martes, 31 de octubre de 2017

“ALMA LLANERA”: SEGUNDO HIMNO NACIONAL DE VENEZUELA



A la izquierda: Rafael Bolívar Coronado, autor de la letra del “Alma Llanera”. A la derecha: Pedro Elías Gutiérrez, compositor musical de nuestro segundo Himno Nacional.

El autor de su letra, el villacurano Rafael Bolívar Coronado, fue premiado por el General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela, con una beca de estudios en España.


Portada de la primera edición del libreto de "Alma Llanera", Zarzuela en un cuadro original de Rafael Bolívar Coronado con música del maestro Pedro Elías Gutiérrez. estrenada con éxito en los Teatros de Caracas, Valencia, Puerto Cabello y Barquisimeto. Año 1914.

La inmortal canción “Alma Llanera”, cuya letra fue compuesta por Rafael Bolívar Coronado, obedece a un tipo de canción popular en Venezuela, el Joropo. La música de “Alma Llanera” es una adaptación que el maestro Pedro Elías Gutiérrez realizó del vals “Marisela” de Sebastián Díaz Peña (primera parte de Alma Llanera), y el vals "Mita" del compositor Jan Gerard Palm (1831-1906) de Curazao (segunda parte de Alma Llanera). 

“Alma Llanera” está considerada como el segundo Himno Nacional oficioso de Venezuela. Es una tradición en nuestro país, poner fin a cualquier reunión social o fiesta con su entonación. La canción nació dentro de un espectáculo homónimo de Zarzuela, estrenada el 19 de septiembre de 1914 en el Teatro Caracas, bajo el nombre “Alma Llanera”: Zarzuela en un acto por la compañía española de Manolo Puertolas.


La popular canción, comenzó a ser conocida masivamente a partir de su presentación en el Teatro Caracas, llamado también “Coliseo de Veroes”, con gran aceptación del público espectador.

El autor de su letra, el villacurano Rafael Bolívar Coronado, fue premiado por el General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela, con una beca de estudios en España.

El maestro Pedro Elías Gutiérrez, compositor de la música del “Alma Llanera”, se desempeñaba como Director de la Banda Marcial de Caracas. La obra fue escenificada por la compañía de opereta de Manolo Puertolas, recién llegada a Caracas de una gira por varios países latinoamericanos, con participación de las tiples: Matilde Rueda, Lola Arellano, Emilia Montes, una señora Argüelles, el mismo Manolo Puertolas, Rafael Guinand, Jesús Izquierdo y un negrito villacurano “joropeador” llamado Mamerto, que le dio un toque criollo especial a la pieza.

Al día siguiente, un comentarista del diario “El Universal”, reseñó:

“Alma Llanera es escena de la vida en las sabanas venezolanas a las riberas del Arauca y sobre su delicadeza de asunto y abundancia de chistes se hacen halagadores comentarios”.

A pesar de su rotundo éxito inaugural, no volvió a ser interpretada hasta el 28 de diciembre de ese mismo año 1914, en el Teatro Municipal de Caracas, en un homenaje al actor venezolano Teófilo Leal; luego pasó a Valencia, Puerto Cabello y Barquisimeto.

En 1915, Bolívar Coronado publicó la primera edición de “Alma Llanera”, en la Imprenta Americana de don Pepe Valery. En 28 páginas, con una dedicatoria del autor a la genial artista Matilde Rueda. El éxito editorial corrió parejo al de la representación teatral de la obra, siendo conocida no sólo en toda Venezuela, sino también en Centroamérica y España. Desde ese momento, comenzó a ser considerada como el segundo Himno Nacional de Venezuela.

La última representación de la Zarzuela se hizo el día 1 de junio de 1930, ya fallecido su autor Bolívar Coronado, en el Teatro Olimpia de Caracas, montada por Rafael Guinand y su grupo.

Pedro Elías Gutiérrez, ejerció como Inspector General de Bandas Militares desde el año 1911, durante el gobierno del Benemérito General Juan Vicente Gómez. Según Oldman Botello, el Cronista de la ciudad de Maracay, el músico Pedro Elías Gutiérrez, de común acuerdo con el autor de la letra, decidió independizar la pieza musical, montándola en la Banda Marcial de Caracas bajo su dirección, estrenándola en la Plaza Bolívar de la capital, el 31 de diciembre de 1914, en la retreta de despedida del año. Desde entonces pasó a formar parte del repertorio musical de la mencionada Banda Marcial, al igual que de las del interior del país.

Nuestra popular pieza musical “Alma Llanera”, de Venezuela pasó a América, y de allí al resto del mundo, siendo interpretada magistralmente por excelentes orquestas y cantantes de fama nacional e internacional.


martes, 24 de octubre de 2017

CHARLES LINDBERGH SE DESPIDE DE VENEZUELA



El “Espíritu de San Luis” deja Aeródromo de Maracay a las 6 y 55 de la mañana para aterrizar a las 4 y 50 de la tarde en St. Thomas.

Ya están en cuenta nuestros lectores que el “Águila Solitaria”, después de recibir los grandiosos homenajes que le rindió Caracas, regresó antenoche en automóvil a Maracay, abandonando el “Club Paraíso” a las 10 y 30.

Antes de retirarse de la hermosa fiesta, de cuyos exquisitos pormenores dimos cuenta en nuestra edición de ayer, el intrépido aviador dedicó el siguiente Mensaje de despedida a la Prensa de Caracas, el cual deseaba él fuera comunicado a la sociedad y pueblo venezolanos.

Dicho mensaje nos fue transmitido por el señor Rudolf Dolge, Presidente del Comité Venezolano de la Sociedad Panamericana, y dice su traducción:

Mensaje de despedida del Coronel Charles A. Lindbergh.

Al tomar el automóvil frente al lujoso Club, la multitud que esperaba la salida del Coronel Lindbergh, le hizo una nueva manifestación.

Lindbergh fue acompañado hasta la capital del Estado Aragua por distinguidos funcionarios públicos y el Encargado de Negocios de los Estados Unidos de Norteamérica, llegando a su alojamiento en aquella ciudad alrededor de la 1 y 40. Al retirarse de su habitación dispuso que se le despertara a las 4 y media de la mañana. Y a esa hora ya estaba en pie, llegando luego a las 5 y 30 al Campo de Aviación, para disponer activamente el vuelo. Personalmente prendió el motor del famoso avión, que es un Ryan de 250 caballos. En los hangares acompañaban al héroe altas personalidades oficiales del Estado, el coronel López Henríquez, Jefe de la Escuela de Aviación y los pilotos de la misma.

Con igual y admirable agilidad que en el aterrizaje, el piloto verificó la salida a las 6 y 15 minutos. Hizo una pequeña maniobra sobre el Campo y la ciudad y pocos instantes después ellos se perdían rumbo al Noreste con una velocidad calculada en más de 1.300 kilómetros por hora.

El paso del “Espíritu de San Luis” fue señalado a las 6 y 45 sobre Charallave; a las 6 y 55 sobre San Francisco de Yare; a las 7 y 7 sobre Caucagua; a las 7 y 20 sobre Panaquire y 20 minutos más tarde sobre Puerto Píritu, anunciándose su paso a las 8 sobre Barcelona, capital de Anzoátegui. Voló sobre Cariaco, en el Golfo del mismo nombre, a las 9 de la mañana. Desde ese momento se supone que abandonó el cielo venezolano pues no se le vio volar por ningún otro punto de nuestro territorio.

En la tarde, el Cable Francés anunció su paso a las 12 y 20 sobre San Vicente, Antilla (Inglesa al Norte de Trinidad), y sobre Santa Lucía, otras de las islas británicas, a la 1.

Nuevo cablegrama señaló después el paso de Lindbergh por Basse Terre, Guadalupe, a las 2, y finalmente se anunció su aterrizaje en St. Thomas a las 4 y 50 de la tarde, después de un recorrido de 1.200 kilómetros en 10 horas y 35 minutos.

Como ya lo había indicado antes de su salida, Lindbergh enfiló ese pintoresco rosario de islas que, arrancando de Trinidad va a rematar frente a La Florida al Sureste de los Estados Unidos.

Con lo que han hecho el famoso “Espíritu de San Luis” y su admirable piloto, otra nueva etapa en su vida de glorias.

Vayan hasta ellos el saludo de nuestro país, que todavía está animado por la emoción admirativa y cariñosa de su visita.

(Publicado en el Periódico “El Nuevo Diario”, el 1 de febrero de 1928).



miércoles, 4 de octubre de 2017

PROGRESO EN PORTUGUESA DURANTE EL GOBIERNO DEL GENERAL GÓMEZ

Plaza Páez de Acarigua, construida por iniciativa del Presidente de la República, General Juan Vicente Gómez, durante la administración del General Juan Fernández Amparan.

LA ADMINISTRACIÓN DEL ESTADO PORTUGUESA DURANTE LOS GOBIERNOS DEL GENERAL JUAN FERNÁNDEZ AMPARAN y EL CORONEL JOSUÉ GÓMEZ.

General Juan Fernández Amparan

En el mes de julio de 1929, por designación del Ejecutivo Federal, tomó posesión el General Juan Fernández Amparan de la Presidencia del Estado Portuguesa, para cuya alta investidura lo designaban, con sobrados méritos, sus relevantes condiciones de amigo del Benemérito General D. Juan Vicente Gómez, sus credenciales de buen administrador puestas en evidencia en su interinaría en el Estado Anzoátegui y en las gobernaciones de Maracaibo y Puerto Cabello, y sus antecedentes de defensor del orden público que le acreditaba en el conocimiento militar y político de estas importantes regiones.

Una vez más, en Portuguesa, ratificó el General Juan Fernández Amparan sus dotes de Magistrado progresista y probo, inspirándose en las sabias doctrinas del fundador de la Paz en Venezuela, y su nombre en Portuguesa, como elemento de valía en el seno de la Rehabilitación Nacional, quedó grabado en numerosas obras que decantan el progreso regional y en el corazón de los portugueseños que elogian de continuo sus dotes de caballero y su simpática popularidad.


Acarigua. Calle del Libertador, construida por la administración del General  Juan Fernández Amparan.

En Acarigua modernizó muchas calles, construyendo aceras de cemento y organizando debidamente la Casa de Gobierno con el mobiliario necesario para el Poder Ejecutivo. Del mismo modo organizó la Casa Municipal y embelleció, entre otras cosas, las plazas y jardines y la Iglesia parroquial. En los Actos conmemorativos del Primer centenario del fallecimiento del Libertador, inauguró muy destacadas obras de fomento, sobresaliendo entre ellas el Gran Busto del Padre y Libertador de América en la Plaza Bolívar y la Plaza Páez, donde se yergue el busto broncíneo del ilustre hijo de Acarigua, el Páez de las épicas famosas. También su obra se extendió de manera generosa a las demás ciudades y poblaciones del Estado.

Araure. Plaza Bolívar e Iglesia parroquial de la población.

Guanare. Casa de Gobierno.

Guanare. Busto del Libertador Simón Bolívar en la Plaza que lleva su nombre.

El 30 de julio de 1930 tomó posesión de la Presidencia del Estado Portuguesa el Coronel Josué Gómez, elemento distinguido de la juventud rehabilitadora, que se ha levantado, viendo de cerca lo dinámico de la obra progresista del Benemérito General D. Juan Vicente Gómez y bebiendo en la fuente de la constante prédica gomecista el acopio de las doctrinas que han culminado en la estabilización de la Paz y del Progreso en Venezuela.

Coronel Josué Gómez. Presidente del Estado Portuguesa. 

Desde el propio instante que asumió el Poder regional, el Coronel Gómez se ha dedicado con ahínco y ejemplaridad a sus patrióticas labores, no descuidando en ellas ningún aspecto social, pues al desarrollo de la obra material va paralela la obra moral, en ponderado concierto. De esta manera en breve tiempo se observa que ha terminado la modernización de las calles; reconstruyendo la Avenida Rehabilitación; dotando de mobiliario a los Tribunales de Justicia, y la Tesorería Nacional; respaldando la conservación de los Archivos públicos en muebles apropiados; resguardando la seguridad de las poblaciones con cercas protectoras y apertura de canales en Acarigua para el desvío de las aguas que amenazaban la población; y, últimamente, se ocupa de instalar una imprenta oficial moderna; de construir en firme la carretera que une a la rica región agrícola del distrito Turén con la Gran Carretera Trasandina y de la erección de un monumento simbólico y conmemorativo de la batalla de Araure, consistiendo en una columna sobre cuya cúspide un brazo hercúleo de bronce empuña una lanza por la mitad del asta, expresivo homenaje que rinde especial honor al arma predilecta de las caballerías llaneras, que fueron las que decidieron esta jornada.

Carreteras de Portuguesa. Puente colgante sobre el río Cojedes en el límite de los Estados Portuguesa y Cojedes. Kilómetro 313 de la carretera Caracas-San Carlos-Acarigua. Construido durante la administración del Coronel Josué Gómez.

Y al mismo tiempo que impulsa este incremento material, la labor intelectual es cónsona y así se le ve atendiendo eficientemente los servicios públicos y dando a las instituciones que rigen a la sociedad la regularidad debida en el sentido del más cabal funcionamiento.

Merece especial mención, que nos apresuramos a consignar, su más reciente rasgo de Magistrado, cual es su valiosa protección económica y el apoyo moral que presta a la reconstrucción de la Iglesia parroquial de Guanare, obra meritísima de la arquitectura colonial, que de esta manera se salva para señalar a la posteridad la evolución artística de Venezuela y la obra grandiosa de España en sus antiguos dominios, hoy sus hijas en la más amplia latinidad.

Iglesia parroquial de Acarigua, reconstruida durante la administración del Coronel Josué Gómez.

Acarigua. Busto del Libertador en la Plaza Bolívar, construida e inaugurada durante la administración del Coronel Josué Gómez.

La última Exposición del Coronel Josué Gómez, ante la Asamblea Legislativa, que reproducimos íntegra para patentizar al lector su línea de propósitos futuros y de resultados obtenidos, nos releva de seguir comentando su labor en Portuguesa; y así mismo, las gráficas que reproducimos constituyen la mejor visión panorámica de los detalles del progreso que ha venido transformando a esta culta, laboriosa y simpática sección de la Unión Venezolana.

MENSAJE QUE EL CIUDADANO CORONEL JOSUÉ GÓMEZ, PRESIDENTE DEL ESTADO PORTUGUESA, PRESENTA ANTE LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DEL MISMO ESTADO, CORRESPONDIENTE AL AÑO OFICIAL DE 1931.

¡Ciudadanos Diputados!

Atento al precepto constitucional que prescribe la obligación de rendir cuenta de los actos del Poder Ejecutivo, comparezco ante esta honorable Asamblea, como legítima personera del pueblo, a cumplir ese importante cometido, por lo que respecta al período oficial correspondiente al año de 1931, de la Administración del Estado Portuguesa; y al presentaros mis deferentes salutaciones, celebró con vosotros esta hora solemne de la Ley y esta evidencia augusta de la Paz, implantada y sostenida por el Benemérito Jefe, General Juan Vicente Gómez.

Poco es el tiempo que me corresponde de la Administración de Portuguesa en el nombrado año oficial. Del primero de enero al día treinta de julio, ejerció la Presidencia mi distinguido amigo y leal compañero de Causa, el General Juan Fernández Amparan, cuyo nombre es recordado con el más vivo afecto en el solar portugueseño por su ferviente gomecismo, sus dotes de caballero y su simpática popularidad; y de esta última fecha al fin de año, es que a mí me ha tocado en honra servir los intereses de este importante Estado, de famosos timbres en la gesta emancipadora y en la vida civil de la República.

Como lo habréis observado, del uno al otro período de personal administrativo no ha habido soluciones radicales ni orientaciones contradictorias, porque en ambos el espíritu de Causa, interpretado con buena fe y firme fidelidad de convicciones ha sido la esencia dictadora de nuestros pensamientos, en sentido el más propio para no alterar la tradición gubernativa y ponerla a tono con los nuevos rumbos que le imprime a la vida nacional, el ilustre caudillo de la Paz y del Trabajo.

Acarigua. Planta eléctrica situada entre Araure y Acarigua que suministra luz a ambas poblaciones. Obra de la administración del Coronel Josué Gómez.

Los propósitos que expuse en mi alocución a los portugueseños, al tomar posesión de la Presidencia, tienen todavía la fuerza virtual de una promesa que me toca cumplir. Apenas, en tan poco tiempo, he tenido ocasión para estudiar los problemas regionales, atender las necesidades que van saliendo al paso del Magistrado y preparar los materiales para la labor futura. Sin embargo, los primeros frutos que habéis podido apreciar os podrán servir de muestra sugestiva de lo que, para lo sucesivo, tenéis derecho a esperar con referencia al buen servicio público y al progreso de todas las actividades sociales.

El Estado Portuguesa ha marchado por la senda que le trazan la ley y el respeto de las relaciones autonómicas entre los poderes integrantes de su personalidad jurídica y frente a las demás entidades políticas; que componen la Unión Federal. Siendo la Paz el numen de esta era de la vida de la República, es lógico y justo que un orden genérico y el funcionamiento cabal de los Poderes de cada Estado sean la expresión característica de la marcha serena de las instituciones y de los organismos de la nación.

Durante los cinco meses de mi actuación he iniciado un reajuste de todos los servicios administrativos, así en la línea cultural como en el fomento material, al tenor de las leyes de armonía y de proporción que deben regular la existencia de los pueblos; y por lógica consecuencia, la labor constructiva en Portuguesa ha de desarrollarse en formas condignas de las necesidades del presente y de los requerimientos que impone la visión de su halagüeño porvenir.

Nuestra Señora de Coromoto de Guanare, estatua erigida por iniciativa del Presidente de la República, General Juan Vicente Gómez, en una de las plazas de la población, durante la administración del Coronel Josué Gómez.

En ese orden de ideas, como Jefe del Poder Ejecutivo, he vigilado de continuo la conducta de los Jefes civiles, de modo que sean una garantía y un ente protector para sus gobernados; he insinuado a los Tribunales la conveniencia de subordinar siempre sus decisiones a los dictados de la ley y de la equidad, y ordenado que sean corregidas las faltas graves de procedimiento que obstaculizaban una buena substanciación de los sumarios criminales; he mejorado mucho el importante ramo del Registro Civil, purgándolo de defectos y rutinas; he dado impulso a la instrucción y, especialmente, prestado el apoyo oficial a las autoridades escolares para verificar la inscripción de los niños en las escuelas y la intensificación de la asistencia de los alumnos; he organizado las fuentes fiscales del Estado y dictado una ley del Presupuesto, siguiendo el concepto de que las Rentas públicas vienen del pueblo y hay que devolvérselas en obras de utilidad colectiva; he desterrado de manera absoluta el juego de envite y azar en el Estado, en obsequio del bienestar y de la regeneración moral de las masas; he comunicado fuerza legal a las municipalidades, a los fines de que se mantengan dignas de su elevada misión; he perseguido a los vagos y los ociosos, ante la intimación de que deben procurarse una actividad útil y honrosa; he protegido a los hombres de trabajo y los he alentado en el sentido de desarrollar la agricultura y las industrias; y, en fin, por todos los medios y con el calor propio de mi devoción por los idealismos rehabilitadores, estoy dispuesto a velar constantemente por la conservación saludable y el sosiego espiritual de esta laboriosa región.

En lo que respecta al fomento material, aunque se trata de los pasos inaugurales de mi Gobierno, he reforzado la seguridad y decencia de las poblaciones, mejorando las cercas que las protegen de las invasiones de los rebaños de ejidos; he completado el cuadro general de las calles de esta ciudad capital, construyendo las que faltaban en el perímetro urbano y reconstruyendo la Avenida Rehabilitación, que une a esta ciudad con Araure; he dotado a los Tribunales de Justicia y a la Tesorería General del Estado de muebles nuevos y enseres de uso, en armonía con su mejor presentación como oficinas principales del Estado.

Palacio de Justicia de Guanare, obra de la administración del Coronel Josué Gómez.

He dispuesto la organización de los Archivos de las Oficinas Públicas, en mobiliarios que garanticen la conservación de sus importantes documentaciones; he decretado la mejora y modernización de la Imprenta del Estado, a objeto de proveerla de una nueva prensa y de una selección de tipos de impresión; he emprendido las ampliaciones y reparaciones de la carretera que une a esta ciudad con la importante zona agrícola del Distrito Turén, enlazándola de modo definitivo con la Gran Carretera Trasandina; he dispuesto cumplir la erección de una columna alegórica y de una Plaza para conmemorar la batalla de Araure, en el sitio donde se realizó, y la construcción de una gran avenida que, partiendo de esta ciudad, llegue a dicha plaza y luego siga a la población de Araure, a enlazar con la Avenida Rehabilitación, que nos une a dicha población por el Oeste; y para el plan de mis labores del próximo año, tengo en estudio las obras de mayor importancia que convienen realizar en el Estado.

Croquis General de las Carreteras del Estado Portuguesa. La Carretera Occidental atraviesa el Estado Portuguesa, entrando por Cojedes y atravesando las poblaciones de San Rafael de Onoto, Agua Blanca, Acarigua y Araure. De Acarigua parte una carretera para Barinas, atravesando las poblaciones de Aparición, Ospino, San Rafael de las Guasduas y Guanare. Y, por último, de Acarigua parte también otro ramal carretero que se bifurca en la sabana inmediata a Acarigua, con dirección: uno de los ramales, a Canelones y Villa Bruzual, y el otro hacia Píritu.

El orden público se ha mantenido inalterable durante el año de la cuenta; y es natural que así lo sea, ya que el País está habituado a las hermosas disciplinas de la Paz y del Trabajo, y mira con indiferencia esos brotes criminales de filibusterismo, que, en su débil existir y rápido desaparecer, sólo vienen a comprobar el poder incontrastable de la opinión pública, que los condena y que rodea, con su potente y unánime concierto, a la gloriosa personalidad del Ilustre Jefe, General Juan Vicente Gómez.

Al tomar posesión de la Presidencia del Estado ratifiqué el nombramiento del Secretario General del Gobierno al ciudadano doctor Horacio Chacón G., y con fecha tres de septiembre nombré para este cargo al ciudadano doctor Juan Penzini Hernández, distinguido jurista e intelectual venezolano, cuya valiosa colaboración ha sido un fecundo aporte en mis tareas gubernativas, por ser ellas impulsadas por la honradez y la inteligencia que acreditan la personalidad de este eficaz servidor público y leal amigo del Benemérito General Juan Vicente Gómez.

Dr. Juan Penzini Hernández, Secretario General del Estado Portuguesa.

En el capítulo de fiestas nacionales se ha cumplido lo dispuesto por la Ley de la materia, y, por modo especial, se celebró el catorce de abril retropróximo el Día Panamericano, a título de compenetración de ideales entre los pueblos del Nuevo Continente; y en el capítulo de los duelos oficiales, con fecha veinte de marzo se decretó el muy justo motivado por la sensible desaparición del General José Rafael Luque, Presidente del Estado Miranda.

Los demás actos de la vida oficial del año en cuenta los encontraréis minuciosamente especificados, con su correspondiente documentación, en las Memorias que os presentarán el ciudadano Secretario General de Gobierno y el Tesorero General del Estado.

¡Ciudadanos Diputados!

Un nuevo panorama de optimismo y de esperanza se descorre en el horizonte de la Patria con el retorno a la Primera Magistratura Federal, aclamado por los pueblos, del Benemérito Jefe, General Juan Vicente Gómez. El ha sido el Creador Único de esta transformación grandiosa que destaca a Venezuela en la vanguardia de la confianza internacional que ha alcanzado una estabilidad organizada.

Calle Páez de Acarigua, Edo. Portuguesa, durante la administración del Coronel Josué Gómez.

Su decisión de aceptar de nuevo la Dirección de los intereses de la República implica una fuerte responsabilidad, que sólo su grande amor de Patriota y su voluntad inquebrantable de Soldado y de Estadista, pueden sobrellevar y conducir al más seguro y lisonjero éxito, respaldado por su radiante prestigio de Rehabilitador Nacional y por la plena adhesión del pueblo venezolano, y por eso nosotros, sus colaboradores inmediatos en los Estados, cada cual en su esfera de acción, debemos posesionamos de la delicada misión que nos cumple en el momento histórico y dedicamos a trabajar, cada día con mayor fe y más enérgica contracción, fijos nuestros pensamientos en el ejemplo edificante del Ilustre Ductor Patrio y al amparo de los dioses lares que cuidan del bienestar de los hogares portugueseños.

Guiado por estas inspiraciones, os invito a emprender vuestras labores, y formulo mis cordiales votos por el mayor acierto en vuestras actuales deliberaciones.

¡Ciudadanos Diputados!

Josué Gómez.
Acarigua, 1 de enero de 1932.



lunes, 2 de octubre de 2017

PERIODISTA ESPAÑOL ANALIZA LA HISTORIA Y PROGRESO DE VENEZUELA EN TIEMPOS DEL GENERAL GÓMEZ


Presentamos a continuación, un excelente artículo del reconocido periodista español Gumersindo Puertas y Rubio, quien escribió en el diario “El Liberal” y fue Director de la “Revista Hispanoamericana”, publicación editada en España de periodicidad trimestral y más de un centenar de páginas por número. El cuarto número fue dedicado a Venezuela. 

JACULATORIA

(Por: Gumersindo Puertas y Rubio)

Madrid, 1927.

Si queréis oír la voz serena de la razón y de la justicia, libre de prejuicios, limpia de pasiones que agiten los espíritus, sin odios ni rencores, sin el aleteo de la concupiscencia o de la envidia, sin interés ni egoísmo, escuchad:

Hasta hace veinte años, la República de Venezuela, por una ley atávica de la Historia, no pudo sustraerse a las luchas internas de los partidos políticos, haciendo vivir al pueblo en constante inquietud y sobresalto.

Un estado anárquico agotaba las energías y la riqueza del país, sin que se pensase en otra cosa que en la seguridad personal, siempre amenazada por las guerras civiles. Las medidas legislativas para la explotación de las fuentes de riqueza de la República no se conocían. La paralización era absoluta. No se vislumbraba en modo alguno en el país esa evolución progresiva que hace a los pueblos fuertes y grandes.

Una desorganización administrativa comprometía los intereses de la nación, teniendo que apelar constantemente a los empréstitos ruinosos. El Tesoro debía más de 210 millones de bolívares.

La miseria y el descontento reinaban en el país. La paralización total de las industrias llevó también la paralización a las clases trabajadoras. El capital extranjero, retraído. Nadie pensaba en la riqueza minera y petrolífera que se esconde en las entrañas de sus montañas formidables formadas en las grandes convulsiones geológicas de edades primitivas, y que hoy constituyen un emporio de riqueza.

La República de Venezuela era, por aquel entonces, como “la ciudad muerta en el silencio de la noche”. Para volverla a la vida se necesitaba de un hombre, con voluntad de hierro, amante de su patria, insensible al dolor, con temple de acero, con espíritu de justicia que apagara el fuego de las pasiones que arruinaban el país.

Y cuando, las aguas volvieran al cauce del derecho, transformar la vida de la República con ideas incorporadas a un espíritu moderno.

Esta era, hasta hace veinte años, la verdadera situación de Venezuela.

Y surgió el General Juan Vicente Gómez.

Hemos de ser historiadores del presente, reflejando, de forma clara y precisa, sin falsear los hechos, la situación actual de la República. Sin móviles egoístas, sin apasionamientos partidistas, de los que estamos libres, sino en calidad de espectadores, que, conociendo la historia del pasado, vamos a formar un estado comparativo con la historia del presente.

Y el mundo juzgará estos hechos.

Hacer la amputación de miembros cancerosos para salvar un cuerpo es ley divina que aceptan y ejecutan, sin dudas ni vacilaciones las autoridades de la Cirugía moderna.

Y este es el caso, en el orden político y social, que hubo que emplear en Venezuela. La enfermedad al tomar cuerpo hacía peligrar la salud de la República. Y había que atajar el mal, aceptándolo como un mal menor.

Y se realizó la operación.

Pasados los primeros momentos que se sucedieron al régimen fiscal para el restablecimiento del orden, renació la tranquilidad en los espíritus y se aclamó con entusiasmo al Reformador, justiciero y victorioso. Mas esto no era suficiente. La labor realizada era solamente el jalón de la obra de fábrica que se necesitaba construir para la evolución de Venezuela. Y el edificio se construyó en su más alto grado de grandeza.

Se promulgaron decretos presidenciales sabiamente inspirados para un plan de carreteras maravilloso, que se están construyendo, para unir a los pueblos y facilitar la explotación y desarrollo de la riqueza del país. Se han dictado leyes de gran liberalidad para las concesiones petrolíferas. Se ha reformado la Ley de tierras baldías en un sentido democrático, por la que se concede un lote de tierra en propiedad e inenajenable, a cada venezolano que carezca de bienes y que reúnen sus condiciones morales para merecer el beneficio. Se ha fomentado el desarrollo de la agricultura y de la cría caballar. Las industrias se mantienen en un estado próspero y floreciente. Existe gran atención a la conservación de documentos históricos. Está en estudio una Ley inmigratoria, con donaciones, también de parcelas de terreno, para el mayor desarrollo de la Agricultura e implantación del algodón, hecho a base de sólidas garantías.

El obrero trabaja bien retribuido, sin temer que asome la miseria por las puertas del hogar.

El capital extranjero acude al fomento y desarrollo de grandes negocios.

Una grandísima parte de la Deuda pública, saldada.

El Tesoro tiene en caja cerca de 70 millones de bolívares en oro. Es decir, a la transformación total de Venezuela se sigue un régimen administrativo de honradez que inspira sólidas garantías.

Y el pueblo todo, sin distinción de jerarquías ni de edades, que disfruta de los beneficios que se desprenden de la renovación total de las leyes y costumbres del Estado, idolatra la figura gloriosa del General Gómez.

Esta es la realidad del presente. Ahora júzguenla con la realidad del pasado, para formar un juicio crítico imparcial. Y si aquellos que viven en la soledad del destierro, venezolanos de sangre, aman a su patria y no se les ha nublado la luz de la razón por decaimiento físico, deben de proclamar con lealtad, sin reserva mental alguna, desechando ridículos escrúpulos, el proceso operado en Venezuela bajo la presidencia del General Gómez, caudillo libertador de un pueblo, que, para hacerle grande, necesitó jugarse cara a cara la vida, consagrándose por entero a su redención.

Crear es el soplo divino del misterio; destruir, entorpecer, tratar de detener el curso de lo creado, es, o el germen del mal, o la obra de un loco, como la de Erostato, que, para inmortalizar su nombre, incendio el famoso templo de Diana.

El progreso es la evolución de los pueblos.

Su obra es la obra de amor y de trabajo, de paz y de respeto a la ley, representativa de los Poderes constituidos.

Y el tiempo no perdona nada.

Y la Historia registra los hechos.

Y esa misma Historia, como fiel reflejo de una vida entregada de lleno al engrandecimiento de su patria, registrará el nombre glorioso del General Juan Vicente Gómez, Rehabilitador Nacional de la República de Venezuela.

Gumersindo Puertas y Rubio

(Publicado en la Revista “Billiken”, el 17 de septiembre de 1927).