martes, 14 de enero de 2020

GENERAL GÓMEZ FRUSTRÓ PRETENSIÓN COLOMBIANA DE ERIGIR ESTATUA DE SANTANDER EN VENEZUELA

El Libertador Simón Bolívar y el General Francisco de Paula Santander.


Una interesante y verídica anécdota histórica sobre la pretensión del Gobierno de Colombia al proponer la idea que el Gobierno de Venezuela, presidido por el Benemérito General Juan Vicente Gómez, erigiera una estatua del General Francisco de Paula Santander en nuestro país, fue narrada por el Dr. Leonardo Altuve Carrillo, eminente Abogado trujillano, Diplomático, Historiador, Doctor en Jurisprudencia y Ciencias Políticas de la Real Universidad de Roma y en Ciencias Sociales de la Universidad Pontificia del Sacro Cuore de Milán (Italia).

El Dr. Leonardo Altuve Carrillo, señaló:

"A pesar de presiones amistosas, el General Juan Vicente Gómez se mantuvo firme en su posición cuando corrieron las gestiones del Gobierno colombiano a través de su Ministro en Caracas, doctor Manuel Guillermo Cabrera, para que Venezuela erigiera una estatua del General Francisco de Paula Santander.

El General Juan Vicente Gómez, manifestó al representante diplomático apenas oída su solicitud, que erigiría una estatua al Prócer neogranadino y pagaría sus gastos, siempre que Colombia diera el primer paso conducente erigiendo, en Bogotá, una estatua del General Rafael Urdaneta.

En el General Gómez palpitaba la conciencia histórica de la nación, y sabía interpretarla. Para los sentimientos del venezolano, memorioso de la historia y de Bolívar, era una afrenta recordar bajo la broncínea toga del Hombre de las Leyes, los puñales septembrinos.

Por eso, el General Gómez, con razón disuasoria de la sugerencia colombiana y con argumento diplomático de reciprocidad, soslayó tales deseos, solicitando en Bogotá, primero, se levantara una estatua al General Rafael Urdaneta, mano leal, despiadada y estranguladora de los conjurados de la noche nefanda".

General Rafael Urdaneta.

El General Rafael Urdaneta, fue uno de los jefes más leales a nuestro Libertador Simón Bolívar. En 1828, desde la Secretaría de Guerra, le tocó juzgar a todos los responsables de la Conspiración Septembrina, que atentaron contra la vida de Bolívar para ese momento, Presidente de la Gran Colombia. Convencido Urdaneta de la culpabilidad del General Francisco de Paula Santander, lo condenó a muerte por traidor en juicio sumario, pero Bolívar tomó la decisión de otorgarle el destierro de por vida como castigo.

Continúa su narración el Dr. Altuve Carrillo:

"La contrapartida protocolar e histórica en el asunto de la estatua, que exigió el fiero nacionalismo gomero, no fue satisfecha nunca.

En cambio, al pie del Ávila, aunque escondido entre bloques de cemento que parecen paredes carcelarias, un geométrico monumento construido en la presidencia del Dr. Rafael Caldera, luce un medallón del "Infame Blanco" como en explosión de amor herido llamó Bolívar a Santander. Y no conformes, con tanto éxito, los septembristas rezongan, agravian, insurgen y provocan en el último libro de don Germán Arciniegas".

 Leonardo Altuve Carrillo.