viernes, 29 de septiembre de 2017

ANIVERSARIO DE LA INDEPENDENCIA DEL LĺBANO, CELEBRADO POR EL CENTRO LIBANÉS DE CARACAS (VENEZUELA) EN 1927


Integrantes de la Alianza Libanesa de Caracas (Venezuela) en 1927: Excelentísimo Señor Daniel Lamaziere, Encargado de Negocios de Francia; Segundo Vicepresidente, Entanios Dager; Jahan D. Dib, vocal; Secretario, J. M. Abilahoud; Subsecretario, José Yazbek; Tesorero, Asad Kimos Fagre; Subtesorero, Alejandro Haiek Haiek; Vocales; Elías José Abdala, Elías Dager, Baduy M. Abilahoud, Jeandh D. Dib, Esteban Fayad, Marco Kafuri, Assad Yamin, José Assad Kimos Fagre, Nayib Francis, Gerardo Ayub, Pedro Pablo Bulos Solaiman, Hetar Kairuz, Antonio Genatios, José Aljabre, Encarnación Pérez; Corresponsal, Salin Francis; Bibliotecario, Pedro Ysa; Vigilantes: José Genatios, Baduy Yunes, Pedro Fagre. Revista "Billiken". (Fotos: Luis F. Toro).  

El discurso de orden aprobado por la Directiva, estuvo a cargo del señor Geunade Dib, quien en elocuentes palabras expresó a toda la concurrencia su gratitud, y a la vez nos dio a conocer las riquezas de su País, al mismo tiempo tuvo palabras de simpatía hacia Francia, Venezuela y su Gobierno presidido por el Benemérito General Juan Vicente Gómez.

Extracto del  Discurso:

“A este pueblo venezolano, hoy dirigido por un Gobierno que le honra y le enaltece.

Señor Encargado de Negocios:

Los libaneses descendientes de aquellos héroes, sienten una gratitud ilimitada por la Francia inmortal que siempre ha sido su generosa protectora, gracias a la cual podemos hoy, con todo orgullo, desplegar esta querida bandera, reconocida por todas las naciones del mundo.

Señores:

También un sentimiento de noble gratitud y simpatía nos une a la patria venezolana, tierra hospitalaria que nos ha acogido como a hijos y brindado amplios campos para el trabajo, y toda clase de garantías. En este día, de unión y de fervor patriótico para todo buen hijo del Líbano, nuestro Cedro glorioso saluda a la bandera de Venezuela, que fue la del Libertador de medio Continente, y a éste saludo se unen los votos que todos debemos formular por la prosperidad de nuestras naciones”.

Compañeros:

Mucho hemos adelantado desde que se fundó la “Alianza Libanesa”. Ya hoy nos encontramos en un local propio, en el cual ofrecemos a los miembros el regalo de poder leer los más autorizados órganos periodísticos de la patria lejana, por cuyo nombre y buena fama estamos obligados a no omitir el menor esfuerzo. Al agruparnos los hijos de la República Libanesa residentes en el exterior, cumplimos un deber elemental, elevar el nivel moral de sus colectividades, presentándonos como la colonia de una nación libre, con representación en los debates internacionales, y no como una agrupación indefinida, sin patria determinada.

Cuando nuestra Sociedad se vaya haciendo más fuerte, irá también ampliando su radio de acción y así de este núcleo libanés puede surgir mañana, con el mismo nombre que es homenaje a la Patria, una agrupación poderosa que cumpla una vasta y generosa obra social. Nuestras puertas están abiertas para ofrecer toda la ayuda que entre en la capacidad de nuestros recursos actuales.

Con verdadera fe en el desenvolvimiento posterior de la sociedad, podemos decir que la Alianza representa, gracias al esfuerzo que todos hemos hecho, la unión de los verdaderos libaneses, conscientes de sus deberes para con la Patria y para sus conciudadanos, y por este motivo es que nos encontramos aquí reunidos, conmemorando nuestra magna fecha nacional.

Termino dando las más expresivas gracias a todos y en especial al señor Encargado de Negocios de Francia, que nos ha honrado con su presencia. Y al terminar, señores, invito a todos los miembros de la Alianza a unir los corazones en el recuerdo de gloria de los héroes y de los fundadores de la República Libanesa, nuestros más altos padres y legítimos guías en esta obra que realizamos de fraternidad y de Patria”.

El señor Daniel Lamaziere correspondió con un espléndido discurso de sinceridad y cariño hacia los hijos del Líbano y también hacia nuestro País. Igualmente el señor Entanios Dager, segundo Vicepresidente, pronunció unas breves palabras de bienvenida en nombre de la Sociedad, tomando parte el señor Esteban Fayad y clausuró el acto el señor Salomón Francis con un lacónico y sincero discurso.

En medio de los discursos fueron saludadas las banderas venezolana y libanesa con los himnos nacionales. Una vez terminadas estas formalidades, la concurrencia se entregó a las delicias del baile hasta muy altas horas de la madrugada.

Grupo de damas y caballeros integrantes de la Alianza Libanesa de Caracas (Venezuela) en 1927. Revista “Billiken”. (Foto: Luis F. Toro).


La Independencia del glorioso Líbano se constituyó gracias a los nobles esfuerzos de sus hijos, quienes alentados por la idea de la Libertad, han luchado desde hace siglos hasta verse coronados por el triunfo. El General Henri Gouraud, Alto Comisario Francés en la capital del Líbano, en presencia del Patriarca de los Maronitas, de un gran número de prominentes hombres públicos y de los representantes de las naciones, declaró constituido el Estado Libre del Gran Líbano con sus límites antiguos. Los cañones de las fortalezas de Beyrouth y los de las escuadras francesas, lanzaron las salvas de la libertad.

(Revista "Billiken", 3 de septiembre de 1927).

martes, 26 de septiembre de 2017

CARRETERAS DE VENEZUELA: UNA PRIORIDAD DEL GENERAL GÓMEZ PARA SU DESARROLLO Y PROGRESO




MEMORIA DE OBRAS PÚBLICAS
DOCUMENTO NÚMERO 12
GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LOS ESTADOS UNIDOS DE VENEZUELA

Considerando:

1º. Que el estado de la mayor parte de las vías de comunicación de la República, es hoy absolutamente rudimentario; circunstancia que constituye una de las causas principales del atraso agrícola y comercial de casi todo nuestro inmenso territorio; pues que el fomento de la inmigración y de la colonización, así como el de los capitales necesarios para la explotación de las riquezas de un país, exigen, en primer término, la existencia de buenas vías de transporte:

2º. Que grandes extensiones de nuestro suelo, de suma fertilidad permanecen estacionarias, por ser hoy casi inaccesibles; y que en otras, la falta de comunicaciones fáciles y permanentes con los centros comerciales y de consumo ha sido causa frecuente de la pérdida de las producciones agrícolas;

3º. Que el sistema empleado, hasta el presente, en la construcción de nuestros caminos y carreteras y el estado de abandono en que ellas se encuentran, han hecho nugatorios todos los esfuerzos de las administraciones anteriores a este respecto;

DECRETO:

Artículo 1°. Se ordena la construcción, en cada Estado, de una o más vías carreteras centrales que, pasando por las ciudades y sitios convenientes, constituyan las vías principales de la localidad, para el movimiento de importación y de exportación.

Artículo 2º. Estas carreteras principales serán construidas por el sistema de Mac-Adam, en los lugares que así lo requieran, de modo a asegurar su duración y conveniente estabilidad.

Artículo 3º. En relación con las arterias principales de la red de vías de comunicación de la República, los Estados procederán oportunamente a la construcción, reparación o mejora de los caminos secundarios que han de alimentar a aquellos; utilizando para ello los estudios que, de estos caminos, hará practicar el Gobierno Nacional, de conformidad con el presente Decreto.

Artículo 4°. En los sitios donde las vías fluviales sean las más rápidas y económicas, se adoptarán estas como vías principales o secundarias; y se procederá a estudiar debidamente las obras que sean necesarias para facilitar su navegación.

Artículo 5º. Se nombrarán comisiones de Ingenieros que, especialmente, obtendrán en cada Estado, los datos e informaciones siguientes:

a) Dirección que sea más conveniente para las vías principales, en la respectiva comarca, a fin de facilitar el movimiento de exportación y de importación y las relaciones comerciales de los Estados entre sí; y también para los ramales secundarios, que han de unir aquellas vías con los centros productores.

b) Apreciación de las distancias, pendientes probables y calidad de los terrenos que atravesarán las diferentes vías; para lo cual se hará uso de los elementos acumulados para la formación del Mapa Físico y Político de Venezuela; de cuyo plano se compulsarán las copias que sean necesarias.

c) Volumen de los movimientos de tierra e indicación de las principales obras de arte de cada vía.

d) Presupuesto para la construcción de los diversos caminos; teniéndose en cuenta los precios locales de los materiales, tipos de jornales y demás elementos del caso.

MEMORIAS DE OBRAS PÚBLICAS

e) Datos estadísticos acerca de la producción actual de la región servida por la respectiva vía; y apreciaciones sobre su futuro desarrollo.

f) Estudios de los caminos de un Estado en conexión con las necesidades comerciales y agrícolas de los Estados limítrofes.

g) Descripción de los medios de transporte usados hoy en cada región; y valores medios de los fletes actuales, por las diversas vías existentes, expresadas en toneladas kilométricas.

h) Exploración de las canteras que puedan suministrar material conveniente para el Mac-Adam; y determinación de sus distancias a los trazados respectivos.

i) En el caso de que los caminos que formen la red estuviesen ya construidos, se hará también, una especificación acerca de su estado actual y de las reparaciones más importantes que necesiten.

j) Estudios del movimiento comercial, producción y demás circunstancias inherentes a cada región, con el objeto de determinar si lo indicado, en el caso concreto, es la construcción de una vía férrea, de una carretera o de un camino de recuas. Si lo primero, deben tomarse datos sobre las caídas hidráulicas que haya en la proximidad y que puedan ser utilizadas para generar potencia eléctrica.

Artículo 6º. Las Comisiones de Ingenieros, a que se refiere el artículo anterior, tendrán en cuenta, en cada caso, las vías férreas existentes; así como los caminos actuales que puedan ser aprovechables para el plan general de nuestras vías de comunicación.

Artículo 7º. Si del examen del movimiento del tráfico actual de alguna región, resultare la conveniencia, desde el punto de vista mercantil, de construir una vía férrea o una carretera principal, se estudiarán las condiciones técnicas y económicas de ellas, las cuales, unidas a las informaciones sobre las caídas hidráulicas que hubiere en la vecindad, serán publicadas oportunamente, con el fin de que la Administración pueda utilizar la iniciativa particular en la realización de líneas férreas o de servicio de automóviles sobre vías macadamizadas.

Artículo 8º. Reunidos los datos e informes de las Comisiones, con los que posee ya el Gobierno Nacional sobre el particular, se procederá a la formación del Plano General de las vías de transporte de la República.

Artículo 9º. Se destina el 50 por ciento del Crédito de Obras Públicas, fijado en la Ley de Presupuesto, para atender a los gastos de estudios  de la red general de vías de comunicación del país y a los de construcción, conservación y mejora de las vías principales.

Artículo 10º. Por Resoluciones especiales del Ministerio de Obras Públicas, se organizarán y reglamentarán, tanto la Dirección técnica, como la Administración de los trabajos aquí especificados.

Artículo 11º. El Ministro de Obras Públicas queda encargado de la ejecución del presente Decreto.

Dado, firmado, sellado con el Sello del Ejecutivo Federal y refrendado por el Ministro de Obras Públicas, en el Palacio Federal, en Caracas, a veinticuatro de junio de mil novecientos diez. Año 101º de la Independencia y 52º de la Federación.

(L. S.)
JUAN VICENTE GÓMEZ
Refrendado
Ministro de Obras Públicas
(L. S.)
Román Cárdenas



domingo, 24 de septiembre de 2017

JUAN VICENTE GÓMEZ PERMITIÓ EL REGRESO DE LOS JESUITAS A VENEZUELA




Los Jesuitas regresaron a Venezuela en 1916, gracias al gobierno del Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República, dedicándose a la educación del Clero y al establecimiento de Parroquias y Colegios. Carlos Pietropaoli, Arzobispo Titular de Calcide e Internuncio Apostólico en Venezuela señaló lo siguiente:

 “A diferencia de los tristemente famosos Guzmán Blanco y Cipriano Castro que saquearon el patrimonio eclesiástico y lo robaron, que persiguieron a Obispos y Clero y ofendieron la libertad y dignidad de la Iglesia con pésimas leyes, Gómez no ha tenido ni un solo conflicto con nosotros; contribuye a restaurar los sagrados templos, ha asegurado el libre ejercicio del ministerio sacerdotal, ha reabierto las puertas de la República a los sacerdotes católicos y a los religiosos, incluso a los Jesuitas, y ha hecho una ley a favor de las misiones”.

(Carlos Pietropaoli – Arzobispo Titular de Calcide e Internuncio Apostólico en Venezuela, Caracas, 20 de junio de 1917).

El Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela,  puso punto final a la confrontación con la Iglesia que había sido una constante en el siglo XIX. Durante su Gobierno, entre 1915 y 1935, se dieron los pasos decisivos para que la Iglesia Católica Venezolana resurgiera y llegara a la posición de enorme prestigio, respeto e influencia que adquiere en la segunda mitad del siglo XX.

LOS PADRES DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS FUNDAN COLEGIO

Aquella iniciativa del Colegio, que no tuvo el debido éxito en la época colonial, se realiza ahora, a dos siglos casi de distancia, siempre bajo los auspicios de la República, al impulso civilizador del Gobierno que preside el Benemérito General Juan Vicente Gómez.

Está ya en Caracas, desde hace días, el selecto grupo de Padres que la ínclita Compañía de Jesús ha destinado para fundar y regentar aquí el Colegio de enseñanza primaria y secundaria que comenzará a funcionar en los primeros días del próximo enero. Acontecimiento es éste que ha sido saludado con la más viva satisfacción por nuestras clases sociales y directoras, las cuales ven así realizarse la antigua aspiración de poseer en la Capital de la República un Colegio dirigido por tan egregios maestros y a la altura de los que ellos mismos sostienen en todas las metrópolis de Norte y Sur América.

Hemos dicho antigua aspiración, pues, como consta en los anales de nuestro Ilustre Ayuntamiento, desde el año de 1733 el Gobernador de la entonces Capitanía General de Venezuela, D. Sebastián García de la Torre, se admiraba de que esta ciudad, con el grado de desarrollo que había alcanzado, no poseyese todavía un instituto de ese género y, dirigiendo sendas notas a ambos Cabildos, secular y eclesiástico, proponía un acuerdo para la fundación de un gran Colegio a cargo de la Compañía de Jesús, la cual, como el Capitán General se expresaba, "en todas partes resplandece con lucidísimo auge de virtud y letras", y que encontraría aquí "para ejercitar los esmeros de su educación, una juventud hábil para recibirla con crecidísimo fruto".

Dichas Corporaciones acogieron presurosas tan noble propuesta y convinieron en construir y dotar espléndidamente el plantel, bajo la expresa declaración de que esta República quería: "ser tenida por su fundador para siempre protegerle por el bien espiritual y temporal que a toda ella reconoce se le hace seguir perpetuamente." 

No logró efectuarse, sin embargo, este propósito sino en forma incoada, pues los Jesuitas comenzaban apenas a florecer en Caracas cuando en 1767 el Rey Carlos III dio el famoso decreto, tan injusto respecto de la Compañía como atentatorio contra la civilización de los nuevos pueblos y funesto al influjo político de España en América. Por aquellos días fue Superior de la Residencia el R. P. Jaime Torres, Procurador que había sido de las Provincias de Nueva España, Santa Fe y Quito.

Aquella iniciativa del Colegio, que no tuvo el debido éxito en la época colonial, se realiza ahora, a dos siglos casi de distancia, siempre bajo los auspicios de la República, al impulso civilizador del Gobierno que preside el Benemérito General Juan Vicente Gómez.

Los Padres Jesuitas entran así felizmente a compartir la nobilísima tarea de la instrucción y cristiana educación de nuestra juventud, en la que venezolanos y extranjeros ilustres ocupan puestos harto honrosos y los hijos de San Ignacio hallan aquí hoy, mejor que en los tiempos de García de la Torre, legiones de jóvenes ávidos de aprovechar su alto magisterio, así como numerosos padres de familia dispuestos a secundar sus esfuerzos.

El nuevo Colegio funcionará en magnífico edificio situado en el centro de la ciudad y, por caso providencial, casi en el punto mismo en que dos siglos antes existía una residencia de la Compañía de Jesús, paraje que todavía se designa con el nombre de Esquina de Jesuitas.

BILLIKEN se complace en ofrecer en esta página el retrato del R. P. Luis Zumalabe, quien acaba de llegar a Caracas, investido con el carácter de Rector del establecimiento docente a que nos hemos referido en estas líneas.

(Revista “Billiken”, 23 de diciembre de 1922).

Pueden disfrutar un video sobre los Jesuitas en Venezuela: