domingo, 24 de septiembre de 2017

JUAN VICENTE GÓMEZ PERMITIÓ EL REGRESO DE LOS JESUITAS A VENEZUELA




Los Jesuitas regresaron a Venezuela en 1916, gracias al gobierno del Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República, dedicándose a la educación del Clero y al establecimiento de Parroquias y Colegios. Carlos Pietropaoli, Arzobispo Titular de Calcide e Internuncio Apostólico en Venezuela señaló lo siguiente:

 “A diferencia de los tristemente famosos Guzmán Blanco y Cipriano Castro que saquearon el patrimonio eclesiástico y lo robaron, que persiguieron a Obispos y Clero y ofendieron la libertad y dignidad de la Iglesia con pésimas leyes, Gómez no ha tenido ni un solo conflicto con nosotros; contribuye a restaurar los sagrados templos, ha asegurado el libre ejercicio del ministerio sacerdotal, ha reabierto las puertas de la República a los sacerdotes católicos y a los religiosos, incluso a los Jesuitas, y ha hecho una ley a favor de las misiones”.

(Carlos Pietropaoli – Arzobispo Titular de Calcide e Internuncio Apostólico en Venezuela, Caracas, 20 de junio de 1917).

El Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela,  puso punto final a la confrontación con la Iglesia que había sido una constante en el siglo XIX. Durante su Gobierno, entre 1915 y 1935, se dieron los pasos decisivos para que la Iglesia Católica Venezolana resurgiera y llegara a la posición de enorme prestigio, respeto e influencia que adquiere en la segunda mitad del siglo XX.

LOS PADRES DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS FUNDAN COLEGIO

Aquella iniciativa del Colegio, que no tuvo el debido éxito en la época colonial, se realiza ahora, a dos siglos casi de distancia, siempre bajo los auspicios de la República, al impulso civilizador del Gobierno que preside el Benemérito General Juan Vicente Gómez.

Está ya en Caracas, desde hace días, el selecto grupo de Padres que la ínclita Compañía de Jesús ha destinado para fundar y regentar aquí el Colegio de enseñanza primaria y secundaria que comenzará a funcionar en los primeros días del próximo enero. Acontecimiento es éste que ha sido saludado con la más viva satisfacción por nuestras clases sociales y directoras, las cuales ven así realizarse la antigua aspiración de poseer en la Capital de la República un Colegio dirigido por tan egregios maestros y a la altura de los que ellos mismos sostienen en todas las metrópolis de Norte y Sur América.

Hemos dicho antigua aspiración, pues, como consta en los anales de nuestro Ilustre Ayuntamiento, desde el año de 1733 el Gobernador de la entonces Capitanía General de Venezuela, D. Sebastián García de la Torre, se admiraba de que esta ciudad, con el grado de desarrollo que había alcanzado, no poseyese todavía un instituto de ese género y, dirigiendo sendas notas a ambos Cabildos, secular y eclesiástico, proponía un acuerdo para la fundación de un gran Colegio a cargo de la Compañía de Jesús, la cual, como el Capitán General se expresaba, "en todas partes resplandece con lucidísimo auge de virtud y letras", y que encontraría aquí "para ejercitar los esmeros de su educación, una juventud hábil para recibirla con crecidísimo fruto".

Dichas Corporaciones acogieron presurosas tan noble propuesta y convinieron en construir y dotar espléndidamente el plantel, bajo la expresa declaración de que esta República quería: "ser tenida por su fundador para siempre protegerle por el bien espiritual y temporal que a toda ella reconoce se le hace seguir perpetuamente." 

No logró efectuarse, sin embargo, este propósito sino en forma incoada, pues los Jesuitas comenzaban apenas a florecer en Caracas cuando en 1767 el Rey Carlos III dio el famoso decreto, tan injusto respecto de la Compañía como atentatorio contra la civilización de los nuevos pueblos y funesto al influjo político de España en América. Por aquellos días fue Superior de la Residencia el R. P. Jaime Torres, Procurador que había sido de las Provincias de Nueva España, Santa Fe y Quito.

Aquella iniciativa del Colegio, que no tuvo el debido éxito en la época colonial, se realiza ahora, a dos siglos casi de distancia, siempre bajo los auspicios de la República, al impulso civilizador del Gobierno que preside el Benemérito General Juan Vicente Gómez.

Los Padres Jesuitas entran así felizmente a compartir la nobilísima tarea de la instrucción y cristiana educación de nuestra juventud, en la que venezolanos y extranjeros ilustres ocupan puestos harto honrosos y los hijos de San Ignacio hallan aquí hoy, mejor que en los tiempos de García de la Torre, legiones de jóvenes ávidos de aprovechar su alto magisterio, así como numerosos padres de familia dispuestos a secundar sus esfuerzos.

El nuevo Colegio funcionará en magnífico edificio situado en el centro de la ciudad y, por caso providencial, casi en el punto mismo en que dos siglos antes existía una residencia de la Compañía de Jesús, paraje que todavía se designa con el nombre de Esquina de Jesuitas.

BILLIKEN se complace en ofrecer en esta página el retrato del R. P. Luis Zumalabe, quien acaba de llegar a Caracas, investido con el carácter de Rector del establecimiento docente a que nos hemos referido en estas líneas.

(Revista “Billiken”, 23 de diciembre de 1922).

Pueden disfrutar un video sobre los Jesuitas en Venezuela:


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