"La Antigua Escuela" de la Colonia Tovar en el año 1934, con
las vigas pintadas de negro. En el arco se lee "Colegio Católico,
Volskschule". (Reproducción fotográfica del libro "La Colonia Tovar y
su gente" de Leopoldo Jahn).
"La Antigua Escuela" de la Colonia
Tovar, es una construcción emblemática del asentamiento alemán en Aragua,
Estado del centro norte de Venezuela. Su construcción comenzó en 1916 y fue
terminada en 1917. En esta importante iniciativa contribuyeron los colonos que
la levantaron con el apoyo y financiamiento del gobierno del Benemérito General
Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela, y el consulado de
Alemania por intermedio del entonces Cónsul alemán, Von Prollius.
"La Antigua Escuela" de la Colonia Tovar, durante su
construcción en el año 1916. Se observa, ya levantada, la estructura de madera
fachwerk, típica estructura de la arquitectura alemana que consiste en la
colocación de columnas de madera que se van sosteniendo y calzando entre sí, de
manera que su disposición puede sostener los distintos pesos del edificio.
(Reproducción fotográfica del libro "La Colonia Tovar y su gente" de
Leopoldo Jahn).
"La Antigua Escuela" es una de las
construcciones más emblemáticas de la Colonia Tovar y forma parte del centro
histórico de este poblado. La "Escuelita" (como se le conoce
cariñosamente) fue la última edificación que se anexó a este centro después de
la Iglesia San Martín de Tous, la Casa Benitz y la Casa Codazzi.
La creación de la Escuela obedeció
principalmente a una necesidad de la comunidad, pues para la fecha no había un
espacio formal donde educar a los niños y las clases se impartían en recintos
improvisados y temporales que se acondicionaban para este fin. Uno de los
lugares que sirvió por un tiempo de Escuela fue la Casa Codazzi, luego de que
Emilio Breidenbach la comprase. Del mismo modo, se impartieron clases en la
Iglesia y en algunas casas de pobladores interesados en la formación de los
niños.
Año 1922, durante la presidencia del General Juan Vicente Gómez, visita
a la Escuela del Cónsul alemán Von Prolius, atendido por el padre Brandser y
Guillermo Ruh. (Reproducción fotográfica del libro "La Colonia Tovar y su
gente" de Leopoldo Jahn).
La edificación constituye la primera
intervención de profesionales de la construcción y el diseño en lo que es la
arquitectura tradicional de la Colonia Tovar. Su diseñador fue el arquitecto
Eduardo Röhl, quien junto con el Ingeniero Alfredo Jahn, iniciaron el proyecto
de construcción de un edificio de uso público.
Los colonos contribuyeron con el gran aporte
de la mano de obra gratuita, siendo dirigidos por el constructor Guillermo Ruh.
Mientras que en los inmuebles anteriores de la
Colonia Tovar se usaron solo cuñas de madera, para La Antigua Escuela, fueron
utilizados en algunos puntos, y por primera vez, pletinas de hierro para
reforzar las uniones. La decisión probablemente se tomó pensando en su
posterior uso y en las dimensiones del edificio, diferente y mucho más grande
que los anteriores. Los espacios entre las vigas se rellenaron con bahareque.
Originalmente las paredes se pintaron de
blanco sin resaltar las vigas y, aproximadamente para 1934, durante el gobierno
del Presidente Gómez, esta estructura de madera se pintó de negro otorgándole
un aspecto más "alemanizado". Fue justamente en esta década que, con
la llegada de la baronesa Elizabeth Von Keller a la Colonia Tovar, la escuela
se abrió también para las niñas.
Por su parte, el techo se hizo con una pequeña
torre central, (probablemente para albergar la campana de la Escuela), y fue
cubierto con "tablita" (pequeñas maderas rectangulares a modo de
tejas).
Se incorporaron también, para dar más
luminosidad y espacio al desván, 10 lucernarios: cuatro en las caras frontal y
trasera, y uno en cada lateral. Del mismo modo puede observarse haciendo una
comparación de las primeras fotografías con otras posteriores, que en la parte
superior izquierda se anexó un espacio nuevo, probablemente para hacer un
salón. Del mismo modo se agregó del lado noroeste, un nuevo balcón unido al
anterior, dando así a este un aspecto de corredor envolvente.
La distribución de la Escuela consta de dos
salones en el primer piso de la casa y uno en el desván, mientas que en la
planta baja funcionaba la dirección, una pequeña cocina y un comedor. La
Escuela laboraba en dos turnos para aprovechar el espacio. El patio de juegos
funcionaba en lo que hoy día es la parte baja de la plaza Bolívar.
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