El
Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela,
en compañía de su hija Cristina, quien luce puesto el sombrero de su padre.
Doña Cristina fue protagonista de la anécdota histórica que reproducimos en
esta página.
Doña Margot Arismendi de Villanueva, viuda del gran arquitecto Carlos
Raúl Villanueva, narró en sus memorias publicadas en el libro "Margot en dos tiempos. Retrato de una
caraqueña del siglo XX", una interesante anécdota, muy poco conocida,
sobre la noble y sencilla personalidad del General Juan Vicente Gómez,
Presidente de la República de Venezuela, quien nunca discriminó a nadie por su
raza o condición social.
La anécdota es la siguiente:
"El General Juan Vicente Gómez estaba pendiente de todo y de todos,
desde el más humilde obrero hasta el más adinerado empresario, ¡de todos!
Dejaba esperando a comitivas enteras de Ministros para detenerse a
conversar un buen rato con Cedillo, el portero negro del Club Bolívar. Para el
General eran exactamente igual la gente de la alta sociedad que los más
humildes.
Yo presencié una escena en un baile en el que un cadete muy moreno sacó
a bailar a una muchacha de la sociedad, y ésta lo despreció. El General Gómez
se dio cuenta del desplante, mandó a llamar al cadete y después llamó a su hija
Cristina y le dijo al cadete: "Baile usted
con mi hija".
Cristina Gómez, la muchacha que bailó con el cadete, todavía está viva y
me llamó ayer (4 de septiembre de 2001) para invitarme a su casa en Las
Delicias, allá en Maracay, porque quiere reencontrarse con aquellas personas
que todavía están vivas a quienes el General Gómez les tuvo afecto, y figúrate,
¡yo soy una de ellas!
Cristina, quien debe ser un poco menor que yo, me dijo: "Papá
siempre te quiso mucho y a tu padre también".
(Anécdota tomada del libro: "Margot
en dos tiempos. Retrato de una caraqueña del siglo XX" de Adriana Villanueva).
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