viernes, 22 de abril de 2016

CERVANTES HOMENAJEADO EN VENEZUELA

Busto de Miguel de Cervantes Saavedra, erigido en 1924 por orden del Gral. Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela. Ubicado originalmente en la “Plaza España” de Caracas (Venezuela) como muestra esta histórica fotografía de la época, reproducida en la revista “Billiken”.


SE CUMPLEN 400 AÑOS DE SU FALLECIMIENTO

Miguel de Cervantes Saavedra, el insigne escritor español nacido en Alcalá de Henares, el 29 de septiembre de 1547, cuya obra maestra universal fue “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”, falleció de diabetes a los 68 años de edad, el 22 de abril de 1616 en Madrid (España), hecho por el cual se cumplen 400 años de su muerte este año 2016, aunque en los registros de San Sebastián, su parroquia, se consignó que su muerte ocurrió el día 23, como era la costumbre de la época, que sólo tomaba en cuenta la fecha del entierro como la de su fallecimiento.

Esa misma fecha es la que se conoce actualmente, celebrándose el “Día del libro” cada año. Cervantes fue inhumado en el convento de las Trinitarias Descalzas, según la regla de la Orden Tercera, con el rostro descubierto y vestido con el sayal de los franciscanos. Pero sus restos fueron dispersados a finales del siglo XVII, durante la reconstrucción del convento.

Por tal motivo, ofrecemos este recuerdo a su memoria que permanece en tierra venezolana. Se trata de un magnífico busto de Cervantes, el “Manco de Lepanto”, que realizó el escultor venezolano Cruz Álvarez García en1924.

A la izquierda: La antigua “Quinta Corao”, frente a la “Plaza España”, adquirida para la Nación por el gobierno. A la derecha: Busto de Miguel de Cervantes Saavedra, erigido en 1924 en la “Plaza España” por orden del Gral. Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela. Fotos: Revista “Billiken”.

Don Juan Crisóstomo Gómez, como Gobernador del Distrito Federal, dictó el decreto denominando a la antigua “Plaza López” de Caracas con el nombre de “Plaza España”, en recuerdo de la visita a Venezuela de Su Alteza Real el Infante Don Fernando de Baviera y Borbón en 1921.

El busto de Cervantes, fue colocado originalmente en la antigua “Plaza España” de Caracas como homenaje de Venezuela al gran novelista, poeta, dramaturgo, soldado y contable. Fue erigido en 1924 bajo la administración del Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela, con motivo del Centenario de la Batalla de Ayacucho como reza su pedestal de altorrelieves que representan, en sus partes laterales, la batalla de Lepanto y la muerte de Cervantes en mármol.  

“Quinta Corao” de Caracas (Venezuela). Inauguración de la placa en bronce que recuerda al difunto Gobernador del Distrito Federal, Don Juan Crisóstomo Gómez, quien decretó la nueva denominación de “Plaza España”, como homenaje a Su Alteza Real el Infante Don Fernando de Baviera y Borbón durante su visita a Venezuela en 1921. El acto estuvo presidido por el señor Julio Hidalgo, Gobernador del Distrito Federal, Don A. García Manfredi, Cónsul de España en Caracas y demás funcionarios del Distrito Federal. Aparece además, en este grabado, el señor Secretario de la Legación de España durante su breve y expresivo discurso. Foto Manrique. Revista “Billiken”. Año 1924.

La antigua “Plaza España” de Caracas, desapareció en 1953 para dar paso a la Avenida Urdaneta y desde 1985, el busto de Cervantes fue trasladado a una plaza ubicada en “El Calvario” (Caracas) como muestran las siguientes fotografías:

Busto de Miguel de Cervantes Saavedra, ubicado actualmente en una plaza en “El Calvario” de Caracas (Venezuela). Foto cortesía: Thomás Pérez Gruber.

Pedestal donde reposa el busto de Miguel de Cervantes Saavedra que dice textualmente: “Venezuela a Cervantes. Busto erigido bajo la administración del General Juan Vicente Gómez y en la oportunidad del Primer Centenario de la Batalla de Ayacucho”. Foto cortesía: Thomás Pérez Gruber.

Busto de Miguel de Cervantes Saavedra, máximo exponente de las letras castellanas, erigido en 1924 por orden del Gral. Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela.

Parte lateral del pedestal de altorrelieve que representa la muerte de Cervantes en mármol. Obra del escultor venezolano Cruz Álvarez García en 1924.   

martes, 19 de abril de 2016

EL NUEVO PAVIMENTO DE LA PLAZA BOLÍVAR

La Plaza Bolívar de Caracas hoy modernizada con su artística rotonda de cemento armado, su feérica iluminación eléctrica y este pavimento terso, pulcro, limpio, son obras todas del General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República.

La que en tiempos coloniales y hasta ya entrada la República fue Plaza Mayor, y hoy ostenta con legítimo orgullo el nombre excelso de Bolívar, presentaba el gravísimo defecto de que su pavimento, con el uso y el tiempo transcurrido, no estuviera de acuerdo con la belleza e importancia de aquel parque, sitio de recreo de la urbe, y alegrado, en noches de retreta, por las armonías de la Banda Marcial.

El primer mosaico que cayó sobre el suelo de la Plaza Bolívar venía prestando sus servicios desde 1891, puesto en la Administración del Doctor Andueza Palacio, por los contratistas señores Ricardo Mortimer y Mauricio Báez, los que, como la industria mosaiquera era por entonces completamente desconocida en Caracas, tuvieron que importarlo de Europa.

En vista del deplorable estado que el mosaico presentaba en el uso, el General Rafael María Velasco, Gobernador del Distrito Federal, interpretando los deseos del Benemérito General Juan Vicente Gómez, resolvió encomendar el trabajo de pavimentación a una de nuestras más antiguas y acreditadas fábricas nacionales, la casa Chellini.

Un nuevo triunfo representa para la “Compañía Anónima Nacional de Mosaicos”, fundada por Eusebio Chellini hace más de treinta años, el flamante pavimento con que ha cubierto nuestro parque principal, la Plaza Bolívar.

Ya en otras ocasiones nos hemos ocupado de la importancia de esta Fábrica de Mosaicos, que fue la introductora de esa industria en Venezuela, industria de cuya utilidad puede juzgarse por el incremento que ha tomado con las modernas construcciones, lo que la ha hecho extenderse prodigiosamente.

Entre las primeras obras públicas ejecutadas por Chellini, se cuenta el mosaico de la “Plaza del Venezolano” que colocó hace justamente treinta años; luego, fuera de los innumerables trabajos particulares a que ha tenido que atender, ha hecho los pavimentos del Palacio de Hacienda, del de Justicia, Museo Boliviano, Academia Militar, Teatro Nacional, y otras muchas en el Interior de la República; trabajos todos en que se puede apreciar la duración del cemento y la fijeza de los colores, pues los materiales que emplea son de primera calidad, y porque sus grandes depósitos hacen que no tenga que emplear el material fresco que pierde su natural consistencia.

Precisamente, por ese gran depósito acumulado que tiene Chellini, ha podido efectuar este trabajo de la Plaza Bolívar, en apenas cuarenta días. Se trataba nada menos de que de colocar 4.400 metros cuadrados de mosaico, 42 metros cuadrados de desagües, 32 de rejas, 337 de escalera de granito y 700 de rodapié.

Con todas estas bellas innovaciones en su piso, nuestra Plaza Bolívar, la más histórica e importante de Caracas, por tener en su centro la celebrada estatua del Libertador, obra maestra, ha quedado a la altura requerida.

Entre las innovaciones que se han efectuado por el contratista Chellini, figuran los desagües, que antes se efectuaban por sobre la superficie del pavimento, siendo una verdadera calamidad en días de lluvia para los peatones que traficaban por las aceras laterales de la Plaza, inundadas por la enorme cantidad de agua que de aquella corría; y los altos rodapiés de granito artificial con que ha protegido los jardines, así como las escalinatas que ahora son más suaves.

La Plaza Bolívar de Caracas hoy modernizada con su artística rotonda de cemento armado, su feérica iluminación eléctrica y este pavimento terso, pulcro, limpio, son obras todas del General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República, que presentan un aspecto encantador y digno del Héroe, cuyo altivo bronce ecuestre se yergue en medio del parque nemoroso, como un eterno paradigma de gloria.

Revista “Billiken”, 26 de diciembre de 1925.

     



domingo, 17 de abril de 2016

REGALOS A LOS NIÑOS EN NAVIDAD



Animado y encantador aspecto presentaban en la mañana del 24 de diciembre, los jardines interiores y los alrededores del Capitolio Federal. Una gárrula y alegre chiquillería, en desbordante ola llenaba el augusto recinto sólo destinado a los muy serios menesteres de las leyes y de la política.

Aquel insólito movimiento infantil se debía a la noble y cristiana oferta hecha por el Benemérito General Juan Vicente Gómez, que corrió en los diarios de la Capital, y por la que ofrecía el Magistrado una cobija para cada niño que la hubiera menester y la fuera a buscar como un recuerdo de Noche Buena.


La distribución se hizo con perfecta regularidad gracias a la actividad de los empleados y del coronel Pedro García, Jefe del Cuerpo de Seguridad, quienes tomaron todas las precauciones del caso con la enorme cantidad de seres allí congregados.

Alegres y parleros salían los chiquillos ostentando cada cual la manta con que habrían de envolver sus cuerpecillos friolentos en las noches invernales.

Una madre decíale al tierno fruto de sus entrañas, un bebé morenito:

-Mira mijo, esta cobija te la manda el Niño Dios, que nació esta noche.

Pero otro ya más espigadito que está en la escuela, replicó:

-¡Qué va! Esta cobija me la da el General Gómez.

-¿Y cómo lo sabes tú?

-¡Guá! Acaso yo no sé leer, yo lo leí en la prensa.

Ello fue que la generosa dádiva del Supremo Magistrado para la infancia menesterosa, tendrá también un generoso eco en sus tiernas mentalidades por el aguinaldo.


Nuestros grabados representan vivientes aspectos de la fiesta infantil que estuvo animada por una banda de música.

Revista “Billiken”. Año 1924. Fotos: Manrique.