El Libertador Simón Bolívar y el General Francisco de
Paula Santander .
Una interesante y verídica anécdota histórica sobre la pretensión del
Gobierno de Colombia al proponer la idea que el Gobierno de Venezuela,
presidido por el Benemérito General Juan Vicente Gómez, erigiera una estatua
del General Francisco de Paula Santander en nuestro país, fue narrada por el
Dr. Leonardo Altuve Carrillo, eminente Abogado trujillano, Diplomático,
Historiador, Doctor en Jurisprudencia y Ciencias Políticas de la Real
Universidad de Roma y en Ciencias Sociales de la Universidad Pontificia del
Sacro Cuore de Milán (Italia).
El Dr. Leonardo Altuve Carrillo, señaló:
"A
pesar de presiones amistosas, el General Juan Vicente Gómez se mantuvo firme en
su posición cuando corrieron las gestiones del Gobierno colombiano a través de
su Ministro en Caracas, doctor Manuel Guillermo Cabrera, para que Venezuela erigiera
una estatua del General Francisco de Paula Santander.
El
General Juan Vicente Gómez, manifestó al representante diplomático apenas oída
su solicitud, que erigiría una estatua al Prócer neogranadino y pagaría sus
gastos, siempre que Colombia diera el primer paso conducente erigiendo, en
Bogotá, una estatua del General Rafael Urdaneta.
En
el General Gómez palpitaba la conciencia histórica de la nación, y sabía
interpretarla. Para los sentimientos del venezolano, memorioso de la historia y
de Bolívar, era una afrenta recordar bajo la broncínea toga del Hombre de las
Leyes, los puñales septembrinos.
Por
eso, el General Gómez, con razón disuasoria de la sugerencia colombiana y con
argumento diplomático de reciprocidad, soslayó tales deseos, solicitando en
Bogotá, primero, se levantara una estatua al General Rafael Urdaneta, mano
leal, despiadada y estranguladora de los conjurados de la noche nefanda".
General
Rafael Urdaneta.
El General Rafael Urdaneta, fue uno de los jefes más leales a nuestro Libertador Simón Bolívar. En 1828, desde la Secretaría de Guerra, le tocó juzgar a todos los responsables de la Conspiración Septembrina, que atentaron contra la vida de Bolívar para ese momento, Presidente de la Gran Colombia. Convencido Urdaneta de la culpabilidad del General Francisco de Paula Santander, lo condenó a muerte por traidor en juicio sumario, pero Bolívar tomó la decisión de otorgarle el destierro de por vida como castigo.
Continúa su narración el Dr. Altuve Carrillo:
"La
contrapartida protocolar e histórica en el asunto de la estatua, que exigió el
fiero nacionalismo gomero, no fue satisfecha nunca.
En
cambio, al pie del Ávila, aunque escondido entre bloques de cemento que parecen
paredes carcelarias, un geométrico monumento construido en la presidencia del
Dr. Rafael Caldera, luce un medallón del "Infame Blanco" como en explosión de
amor herido llamó Bolívar a Santander. Y no conformes, con tanto éxito, los
septembristas rezongan, agravian, insurgen y provocan en el último libro de don
Germán Arciniegas".